Acné

El acné es una enfermedad de los folículos pilosebáceos que están localizados en la cara, la espalda, el pecho, los hombros y la parte superior de los brazos. Es el problema dermatológico más frecuente en adolescentes, aunque también puede aparecer a los 30-40 años, siendo este acné tardío más frecuente en mujeres. Aunque el acné suele resolverse con los años, es frecuente que las lesiones de acné dejen marcas y cicatrices permanentes por lo que es importante realizar un tratamiento precoz y adecuado.

La causa exacta del acné es desconocida, pero se sabe que intervienen factores de diversa índole como factores hormonales que estimulan el crecimiento y secreción de las glándulas sebáceas, taponamiento de los poros y aumento de bacterias que provoca inflamación e infección.

El tratamiento del acné debe ser individualizado en cada caso, dependiendo del tipo de acné, de su severidad y de la edad del paciente. Podemos usar tratamientos no agresivos como cremas antiacné en los acnés menos severos; antibióticos orales en aquellos casos donde haya más inflamación; la isotretinoina oral es el tratamiento más eficaz en aquellos acnés muy severos con quistes, nódulos o que dejan cicatrices.

Las cicatrices acnéicas son muy difíciles de eliminar totalmente. Sin embargo, podemos conseguir una mejoría importante con diferentes peelings químicos que van a eliminar las capas de la piel que están marcadas. Ademas, con la aparición en los últimos años de láseres ablativos fraccionados se consigue mejorar las cicatrices de forma muy eficaz y de una manera no agresiva. El tratamiento de las cicatrices de acné debemos plantearlo cuando hemos conseguido detener la aparición de lesiones activas.