Hemangiomas y lesiones vasculares

Existen muchos tipos de lesiones vasculares, desde los angiomas típicos del nacimiento a puntos rubis que suelen aparecer en la vida adulta o las varices o varículas de las piernas, que constituyen un problema estético frecuente.
Cada uno de ellos de ellos tiene una evolución y un tratamiento que puede ser diferente.

En el caso de los angiomas en los niños recién nacidos, cuando se trata de lesiones de pequeño tamaño y dependiendo de la localización, generalmente no precisan tratamiento. Se aconseja una actitud expectante ya que en la mayoría de los casos, se resuelven de manera espontanea. en el caso de que no lleguen a desaparecer, pueden tratarse bien con cirugía o bien con láser vascular.

Otro tipo de lesiones vasculares son las malformaciones vasculares. Pueden estar presentes en el nacimiento aunque a veces no se detectan hasta edades más tardías. La evolución natural, al contrario que los angiomas, es el crecimiento. el tratamiento de este tipo de lesiones varía según la presentación clinica: desde la cirugía a la embolización y en algunos casos también se puede utilizar el láser con resultado estéticos excelentes.

Tratamiento de venas de las piernas

Uno de los métodos más efectivos es el láser, con el que se consiguen resultado excelentes sin necesidad de recurrir a la cirugía.
El láser «coagula» el vaso sanguíneo, eliminándose éste posteriormente por el propio organismo. En ocasiones dicho tratamiento puede producir un ligero dolor que, sin embargo, podemos minimizar mediante la aplicación de una crema anestésica dos horas antes sobre la zona a tratar. El laser de Nd:Yag, disponible en ICDE, nos permite tratar todas aquellas varices o varículas visibles.

Una vez terminado el tratamiento, los vasos sanguíneos tratados aparecen ligeramente oscurecidos. Este oscurecimiento puede durar de cuatro a ocho semanas. Conviene no exponerse al sol durante este periodo. Normalmente el tratamiento completo requiere entre dos y cuatro sesiones.