Depilación con Láser de Alejandrita

La depilación por láser produce un calentamiento de la matriz pilosa (responsable de la producción del pelo) que provoca la inactividad del folículo en la producción del pelo, con lo que con un tratamiento repetido se consigue una eliminación definitiva del pelo.

El número de sesiones depende del área tratada, de la densidad de pelo y del ciclo del propio pelo. Para obtener máximos resultados se suelen necesitar de cuatro a siete sesiones. El tiempo de cada sesión también varía según la zona. Unas axilas pueden realizarse en cinco minutos y unas piernas en treinta minutos.

Se puede aplicar en cualquier zona, aunque la respuesta va a ser diferente según la zona y el tipo de pelo. Cuando más oscuro sea el pelo y más clara la piel, los resultados van a ser mejores y se van a necesitar menos sesiones. En cualquier caso, en todas las zonas de consigue una eliminación completa del vello, exceptuando aquellas personas con el pelo muy claro.

La técnica puede producir ligera sensación de dolor, tolerable en la mayoría de los casos. Dicho dolor puede ser minimizado aplicando una crema anestésica dos horas antes sobre la zona a tratar. Generalmente, utilizamos estos productos en axilas y en ingles, ya que el resto de las zonas es bien tolerado.

El tratamiento es seguro pero debe ser siempre aplicado por personal médico cualificado y con un control dermatológico estricto. La impericia en el manejo de estos láseres puede provocar quemaduras, cicatrices o bien alteraciones en el color de la piel. En casos en que la piel esté «morena» antes del tratamiento, se pueden producir pequeñas irritaciones. Por ello es importante protegerse del sol antes y después de cada tratamiento.

Puede existir un ligero enrojecimiento que puede durar minutos. Normalmente las personas se incorporan inmediatamente a sus actividades habituales.