Tratamiento De Varices y Varículas

La aparición de pequeñas venas o varículas en las piernas con el paso de los años es un fenómeno frecuente en la mayoría de las mujeres. La mayoría de las veces no va acompañado de molestias y supone sobre todo un problema estético.

Uno de los métodos más efectivos es el laser, sobre todo para aquellas varices superficiales que se trasparentan a través de la piel. Con el láser se consiguen unos óptimos resultados sin la necesidad de cirugía.

El láser «coagula» el vaso sanguíneo, eliminándose éste posteriormente por el propio organismo. En ocasiones dicho tratamiento puede producir un ligero dolor que, sin embargo, podemos minimizar mediante la aplicación de una crema anestésica dos horas antes sobre la zona a tratar o asociarlo a una corriente de aire frío que no solo mitiga las molestias del tratamiento sino que además disminuye de forma importante la aparición de complicaciones como quemaduras.

Una vez que se tratan las varículas con láser, los vasos sanguíneos tratados aparecen ligeramente enrojecidos e inflamados. Este enrojecimiento puede durar de dos a cinco semanas. Conviene no exponerse al sol durante este periodo. Normalmente el tratamiento completo requiere entre dos y cuatro sesiones. El periodo entre cada sesión es de seis semanas.

Tras el tratamiento no es necesario el uso de fajas o de medias de compresión. Se puede aplicar una crema antinflamatoria en la zona para disminuir las molestias y el tiempo de duración de la inflamación.

Los resultados del tratamiento con laser resultan muy efectivos sobre las venas tratadas. Sin embargo no previenen la aparición de nuevas venas.